jueves, 21 de mayo de 2015

El Ocaso de Dolmatovia

El Ocaso de Dolmatovia




Hace unos años en una época complicada laboral y personalmente de mi vida navegando por internet llegué a un foro llamado Dolmatovia.
Era un juego de simulación política. En un país eslavo imaginario se  desarrollaba todo un mudo paralelo con su juego político, gobierno, oposición, diarios, incluso toda una historia paralela desde la Edad Media hasta nuestros días. Su grado de complejidad, su grado de detalle, me subyugó.


Me introduje en el juego, en aquella época estaban en la versión 3.0, y participé en ella y en la 4.0. En las siguientes versiones más aleatoriamente a causa de la crisis.

El juego era magnífico por los compañeros y el nivel de los mismos. el legendario Balla, Galerkin, Andrés, Darin, el inolvidable y entrañable Karpin, y otros muchos que no puedo nombrar ya que no acabaría nunca pero no por ello menos importantes... Les debo muchas horas de diversión y el recuerdo de una gran amistad aunque nunca los he visto ni hablado con ellos jamás salvo a través del foro.

El otro día en un ataque de nostalgia pasé a ver y saludar a los antiguos amigos. No pude hacerlo, no me sentí con fuerzas. El juego había caido en decadencia. Los jugadores nuevos o no están a la altura, o son muy jóvenes y no conocen nada de política ni de oratoria, o simplemente no entienden la grandeza del juego. El juego no engancha como antes, de los treinta jugadores simultáneos de los buenos momentos apenas quedaban seis o siete siendo generosos.
Poco a poco languideció hasta que finalmente los administradores históricos han decidido abandonar, tirar la toalla, y les entiendo, yo también lo hice cuando fui administrador. 

A este juego le dediqué días, tardes y noches, centenares de horas. Aprendí a manejar programas de diseño gráfico para fabricar cartelería electoral, y software de vídeo para hacer mis propios spots electorales. Fundé un diario y trasladé la técnica y el buen hacer de periodistas reales españoles al mundo imaginario de Dolmatovia sin haber hecho periodismo. Hasta estudié nociones de derecho para dirigir el Tribunal Supremo del país en una de las versiones y poder estar al nivel de exigencia del juego.


Ahora todo eso se ha acabado  y creedme... me invade la tristeza. Solo puedo pensar ahora en el poema de Borges ya que a mí me faltan las palabras...


Entre mi amor y yo han de levantarse 

trescientas noches como trescientas paredes 
y el mar será una magia entre nosotros. 



No habrá sino recuerdos. 
Oh tardes merecidas por la pena, 
noches esperanzadas de mirarte, 
campos de mi camino, firmamento 
que estoy viendo y perdiendo... 

Definitiva como un mármol 
entristecerá tu ausencia otras tardes.



In Memoriam...        por Mindalye Dereva.

viernes, 8 de mayo de 2015

Revista de Historia Militar

No recuerdo que edad tendría. Quizás diez u once años ya que estaba leyendo un comic del “Guerrero del Antifaz” propio de mi generación. Para los que no lo conozcan hoy se consideraría políticamente incorrecto pero lo recuerdo con gran cariño. Narraba la historia de un caballero cristiano que secuestrado de niño por los musulmanes y educado como tal se convierte en un guerrero azote de los cristianos peninsulares. Tras una serie de vicisitudes descubre su origen cristiano se vuelve a convertir y dedica su vida a combatir contra el Islam y a luchar en la Reconquista, pero debe ocultarse tras un antifaz dada su infamia anterior como guerrero musulmán.



Como comentaba, estaba yo perdiendo el tiempo en esos menesteres, cuando se acercó mi padre y me preguntó: ¿Por qué lees un tebeo si la historia del personaje en que se inspira realmente es mucho más interesante?...

Aquello despertó mi interés y me encasquetó mi primer ejemplar de la Revista de Historia Militar, y devoré con avidez el artículo sobre “Omar Ben Hafsún y los encastillados de la Reconquista” (nº33 1972). Revista Historia Militar nº33 1972




Evidentemente no era cierto que fuera el personaje del Guerrero del Antifaz pero presentaba similitudes. El objetivo de mi padre era otro y estaba cumplido. Me había iniciado la afición a la Historia, en especial la militar y poco a poco fui dejando los comics para ir atacando lecturas más serias.

Vengo a recordar esta anécdota, porque la página del Servicio de Publicaciones del Ministerio de Defensa tiene digitalizadas todas las revistas desde su origen allá por 1957. La página permite recuperar una serie de artículos que no han estado disponibles salvo en círculos muy restringidos.  
Su escasa tirada y difusión, así como que la mayoría de los primeros ejemplares estaban en bibliotecas de instalaciones militares hacía difícil su consulta. El hecho de digitalizarlos permite que verdaderas joyas como el artículo que abría la Revista en el año 1957 de Antonio García y Bellido,  me refiero precisamente “Armas y cohortes españolas en el ejército auxiliar romano de época imperial”. Revista Historia Militar nº1 1957
Sobre García y Bellido, padre de la arqueología española, existe en el Instituto Cervantes una gran cantidad de documentos digitalizados disponibles para su consulta por cortesía de Consejo Superior de Investigaciones Científicas y de sus herederos.